Sidi Bou Said es Uno de los lugares selectos del Mediterráneo , Sidi Bou Said, hoy como decir, Capri ,o Portofino Cap D’Antibes , O Palma ,o Marbella, Santorini ..
Una colina sobre el mediterráneo, a las afueras de Cartago, más se puede decir ante la encendida flor sobre el blanco de la cal, Sidi Bou Said , es blanco de una candidez deslumbrante . La cal o la pintura inmaculadas destacan sobre el azul del cielo o del mar y las puertas, ventanas celosías, aleros, balcones pintados de azul para armonizarlos con el fondo del paisaje ¡Blanco y azul en el mediterráneo! ¿Quién puede describirlos? Todas las metáforas posibles se estrellan contra su belleza inmarcesible e indefendible: “perla blanca sobre un golfo de azul”, no se puede contar solo se puede ver, sentirse envuelto en la hermosura peregrina de esta aldea mediterránea tendida al sol en lo alto de una colina que se derrumba a pico sobre el golfo de Túnez.
Sidi Bou Said fue ya un lugar de un faro púnico quizás uno de las innumerables y famosas “torres” de Aníbal que festonearon las riberas del Mediterráneo occidental, manteniendo la alerta en los dominios cartagineses. Luego fue romano y en fin un día se transformo en el “Yebel Manara” “el monte del faro” de los árabes, promontorio, vigía y fortaleza en la línea de los “menar”-faros-“ksar”-alcazares y ribats “o conventos fortificados” que cubrían la costa africana del Mediterráneo desde Alejandría hasta Gibraltar.
Sidi bou Said el fundador , llego en la colina en el siglo XII, murió y quedo enterrado siglos más tarde se construyeron sobre su tumba un pequeño mausoleo y desde entonces dio la aldea su nombre, sigue siendo la pura aldea árabe: calles estrechas y tortuosas pavimentadas de limpios adoquinas, callejones sin salidas, miradores sobre el mar.
El Barón Rodolfo d’Erlanger eligió Sidi Bou Said como un lugar preferido de su residencia, Erlanger era un hombre culto, con un espíritu refinado y artista que pronto hizo construir un palacete de estilo árabe y hispano-magrebí lleno de resonancias de la Alhambra de Granada.
Rodolfo d’Erlanger logro del gobierno tunecino la publicación el 28 de Agosto 1915, de un decreto protector por el que se prohibían las construcciones que no estuvieran en armonía con la estructura tradicional del conjunto. Se impuso el color azul para la pintura de puertas y ventanas de forma que hoy ese color añil claro ha venido a ser conocido con el nombre de “Azul Sidi Bou Said “
Sidi Bou Said estaba salvado. En una época en que la conciencia de la protección de los sitios de valor histórico, artístico o paisajístico no estaba aun muy desarrollada.
Detrás de unas celosías hay miradas que escrutan la plaza y la calle. De un patio íntimo ascienden sones de música Maluf mezclado con olor de Café espeso y oscuro “Café turco”.
