A 17 km de Tataouine, se encuentra el pueblo sorprendente de Chinini, tímida, toda su belleza esta dentro, protegida por las ruinas de antiguas fortificaciones y rocas dentadas que parecen murallas.
Sus cuevas están excavadas en las laderas de la montaña.
Un bonito alminar encalado domina todo el pueblo, en cuya mezquita se reúne la gente piadosa. En el aplazamiento original del antiguo pueblo que dato del siglo XI, se puede admirar una parte de los graneros fortificados, ubicados encima de una colina al lado de la mezquita subterránea que alberga la tumba de un «Morabito.»
Según la creencia popular, unos bereberes cristianos se refugiaron en este lugar perseguidos por los romanos; estos los alcanzaron y los emparedaron. Tras la destrucción de sus cuevas, cuatro siglos mas tarde se despertaron como de un largo sueño. Estos durmientes, cuyos cuerpos siguieron creciendo, encontraron el país cambiado. Murieron después de haber sido convertidos al Islam y fueron enterrados cerca de la antigua mezquita.